Cuba quiere aumentar su producción de níquel y cobalto y aprovechar el alza de precios

Cuba quiere aumentar su producción de níquel y cobalto y aprovechar el alza de precios

ARTÍCULO

02 | 03 | 2022

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La isla tiene reservas de ambos minerales estratégicos, pero sin gran impacto en su economía por falta de apuesta por la atracción de capital

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Mina de níquel en Moa explotada por la cubana General Nickel y la canadiense Sherritt International [Sherritt]

El aumento en los últimos años del precio internacional de ciertos metales y minerales estratégicos que Cuba produce ha supuesto un ligero alivio para su hundida economía. Para salir de sus prolongados números rojos, Cuba confía sobre todo en la recuperación de un turismo que ha colapsado debido a los confinamientos por la pandemia de Covid-19, pero el encarecimiento de recursos como el níquel y el cobalto, a raíz de las sanciones internacionales a Rusia por la guerra en Ucrania, podría también mejorar los ingresos del Estado cubano, que se propone aumentar la producción de esos metales. No obstante, la falta de capital para incrementar la extracción minera dificulta un mayor impacto económico del sector.

El auge de las nuevas tecnologías y el cambio hacia un sistema energético verde han motivado un incremento mundial en la demanda de metales como el níquel y el cobalto. Cuba se sitúa entre los países con mayores reservas de estas materias primas, que constituyen algunas de las exportaciones más valiosas de la isla, especialmente en el caso del níquel. En las exportaciones cubanas, encabezas en cualquier caso por el tabaco y el azúcar, también pesan ocasionalmente otros metales o minerales, como el cinc, el cobre y el hierro, si bien Cuba no se destaca en su producción a nivel mundial.

El níquel es un mineral empleado principalmente en la fabricación de acero inoxidable, así como en aleaciones metálicas de alto rendimiento y, más recientemente, en las baterías recargables. Al igual que el níquel, el cobalto es un metal indispensable en la fabricación de muchos dispositivos electrónicos en automóviles eléctricos y teléfonos móviles, lo que ha incrementado su demanda en los últimos años. Según el informe global para 2021 del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), Cuba se sitúa como el noveno productor mundial de níquel y quinto de cobalto, posicionándose como un importante contribuyente en esos rubros.

Durante la primera década del siglo, Cuba producía en torno a 70.000 toneladas anuales de níquel, pero esa producción disminuyó posteriormente debido a la realización de operaciones de mantenimiento en las plantas y los altibajos en los precios internacionales (el descenso que se produjo en 2014, coincidiendo con el abrupto fin del ‘boom’ que entonces se produjo del precio de los hidrocarburos y algunas otras materias, desalentó la inversión para incrementar la extracción). La cifra de producción se ha mantenido estable desde 2014, con una media de aproximadamente 56.000 toneladas anuales. La isla caribeña posee importantes reservas de níquel, unos 5,5 millones de toneladas, pero a pesar de su riqueza comparativa, solo produjo un estimado de 49.000 toneladas en 2020. Indonesia es el primer productor de níquel a nivel mundial, congruente con su reserva de 21 millones de toneladas. Australia, Brasil y Rusia le siguen, con reservas de 20, 16 y 6,9 millones de toneladas, respectivamente.

En 2019, el níquel constituyó algo más del 11% de las exportaciones globales cubanas, destinado primordialmente a China y un pequeño porcentaje a Japón. El valor de las exportaciones dio un importante salto en 2017, casi doblando las ventas del año anterior y situándose en 141 millones de dólares; en 2018 llegó a los 179 millones, mientras que en 2019 bajó a los 134 millones de dólares.

Por otra parte, con unas reservas de cobalto calculadas en 0,5 millones de toneladas, Cuba es el tercer país del mundo con mayores reservas de este mineral, que está especialmente presente en la región de Moa, en el oriente de la isla, y donde se extrae junto al níquel (ambos minerales se dan con frecuencia en la misma roca). El país con más reservas es la República Democrática del Congo, con 3,5 millones de toneladas, seguida por Australia, con 1,4 millones de toneladas métricas, y por Cuba, de acuerdo con el informe global para 2022 del USGS. De los últimos años, Cuba tuvo su mayor producción de cobalto en 2017, con una extracción de 5.000 toneladas. Tanto en 2018 como en 2019, la cifra de producción se mantuvo estable en las 3.800 toneladas. La previsión para 2021 apuntaba a un aumento récord en la producción mundial de minería y refinería de cobalto debido al incremento de las operaciones existentes, alentada por una subida de precios en el mercado. La producción en Cuba podría haber alcanzado 3.900 toneladas en 2021, un ligero incremento respecto al año anterior. En 2015, el valor de las exportaciones de cobalto alcanzó los 6,43 millones de dólares.

El temor inicial a una guerra en el este de Europa con implicación de Rusia, gran productor de recursos naturales estratégicos, así como luego el comienzo mismo de la agresión armada y el anuncio de sanciones contra Moscú, han provocado un incremento del valor de ambos metales, así como de otras materias primas, en el mercado internacional. A comienzos de marzo, el níquel se cotizaba por encima de los 25.500 dólares la tonelada, acelerando un aumento que ya era constante desde que en 2016 había caído a 9.600 dólares; el cobalto alcanzaba los 74.000 dólares la tonelada, en una rápida recuperación desde el mínimo de 25.500 dólares de mediados de 2019.

Esto debiera mejorar parte de los ingresos esperados por el régimen cubano para 2022, si bien el daño que el conflicto de Ucrania puede acarrear para la economía de Rusia cuestiona, por otro lado, las ayudas que Moscú podría prestar a La Habana. El último informe de la CEPAL, publicados a comienzos de 2022, estima que este año el PIB cubano puede crecer un 3,5%, después de un 2021 sin apenas crecimiento (0,5%) y de un 2020 muy negativo (–10,9%).

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Precios internacionales del níquel y del cobalto, en dólares por tonelada.

Falta de inversión

En Cuba la minería sigue siendo una actividad controlada por el estado. La empresa estatal Cubaniquel se encarga de explotar la planta Che Guevara en la localidad de Moa. Sin embargo, desde hace décadas las compañías extranjeras han estado presentes en el sector a través de empresas mixtas. Entre éstas, destaca la empresa mixta Moa Nickel S.A., que opera como ‘joint-venture’ con Canadá desde 1994. La empresa tiene como accionistas a General Nickel Company por parte de Cuba y a Sherritt International por parte de Canadá, cada una con una participación de 50% en las acciones. Moa Nickel S.A. responde al grupo empresarial Cubaniquel. El pasado noviembre Leon Binedell, presidente de Sherritt International, anunció la intención de aumentar la producción de níquel y cobalto entre un 15% y un 20% con respecto a las 34.876 toneladas producidas en la planta Pedro Soto Alba en 2020. Según la agencia Bloomberg, el plan estratégico implica extender la vida útil de la mina más allá de 2040 y está diseñado para hacer frente a la creciente demanda de metales utilizados en baterías recargables.

El anuncio se produjo después de que el gobierno cubano se comprometiera a la modernización de las industrias dedicadas al procesamiento de níquel y cobalto en 2018. La empresa Cubaniquel aspiraba producir más de 50.000 toneladas de níquel y cobalto ese año, objetivo que fue alcanzado.

Pero las dificultades de Cuba en movilizar el capital necesario para nuevas iniciativas mineras pueden restarle peso en la gestión estratégica de estos dos minerales indispensables para las empresas tecnológicas, especialmente debido a su uso en baterías de automóviles electrónicos y teléfonos móviles. El cobalto, por ejemplo, es una materia prima esencial para las baterías de iones de litio usada en vehículos eléctricos. Empresas como Tesla lo necesitan para mejorar el rendimiento de sus vehículos eléctricos y Apple lo utiliza para prolongar la batería de los ‘iPhones’ que produce masivamente en China.

Dadas sus reservas, Cuba podría jugar un papel más significativo con relación a este rubro si liberalizara más su economía para la atracción de inversiones mineras. Un problema en el comercio del cobalto radica en las condiciones de su extracción en la República Democrática del Congo, que es responsable de la mayor parte de la producción mundial, pues allí la actividad minera se realiza en un marco de explotación humana; además, esa gran concentración del recurso en un solo país supone un riesgo de dependencia para sus consumidores.

Por su parte, el níquel también se utiliza en la fabricación de acero de alta calidad y otros productos en sectores como la energía, las telecomunicaciones, los equipos alimentarios y las máquinas médicas debido a su mejor resistencia a la corrosión. Actualmente, China es el mayor consumidor de níquel a nivel mundial. También en este caso, Cuba extrae menos mineral del que se esperaría dadas sus amplias reservas, y su producción ha quedado algunos años por debajo de la lograda por la vecina República Dominicana.