Salta el Tapón del Darién y la migración a EEUU pasa a ser continental

Salta el Tapón del Darién y la migración a EEUU pasa a ser continental

ARTÍCULO

14 | 04 | 2023

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El empeoramiento de la situación de haitianos, cubanos y venezolanos les ha empujado a abrir senda a través del infranqueable paso entre Colombia y Panamá

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Migrantes al término de su paso a través de la Selva del Darién; las canoas les llevan a centros de recepción de Panamá [OIM/Idiam Osorio]

Informe SEGURIDAD REGIONAL AMERICANA, SRA 2023 / Versión del artículo en PDF

 

° Hasta 2018, cruzaban el Darién unos pocos miles de personas de Asia y África, que buscaban incorporarse de modo inadvertido a las caravanas centroamericanas.

° En 2021 los tránsitos se dispararon, hasta los 130.000; en 2022, con un auge primero de las Antillas y luego de Venezuela, se llegó a los 250.000 y en 2023 puede doblarse de nuevo.

° Desbordado el dique del Darién, la ola migratoria llegó a la frontera de EEUU haciendo de 2022, el año de mayor presión migratoria ilegal sufrida en la historia del país.

 

El Tapón del Darién está ubicado en Panamá y delimita con la frontera de Colombia. La inhóspita e intrincada selva ha hecho históricamente imposible la conexión por tierra entre ambos países. La exposición a enfermedades, los riesgos de la vida animal salvaje y la falta de agua y de posible avituallamiento convierten esa ruta en sumamente peligrosa. Aunque expuestos a la explotación de mafias, robo, violencia sexual e incluso la muerte, los migrantes han ido abriéndose camino a través de este infranqueable paso empujados por la necesidad. De un tránsito de migrantes irregulares previo que anualmente se situaba por debajo de 10.000 personas, en los últimos años la cifra se ha disparado: 133.726 en 2021 y el récord de 248.284 en 2022.

Las graves crisis migratorias que han atravesado varios países –singularmente Haití, Cuba y Venezuela– y la noticia de que otros migrantes lograban superar la prueba han multiplicado enormemente el flujo. Reventado el tapón, esas masas migratorias avanzaron a través de Centroamérica para alcanzar la frontera con Estados Unidos. El año 2022 fue el de mayor presión migratoria ilegal de la historia de la nación norteamericana: los servicios fronterizos realizaron 2,7 millones de aprehensiones.

Evolución

Hasta la presente situación, los migrantes del Caribe y de Sudamérica que querían marchar a Estados Unidos evitaban esta ruta. La atención de Washington se dirigía entonces al intento de personas de otros continentes de usar la insospechada puerta del Darién para diluirse luego entre las caravanas de migrantes que desde el Triángulo Norte centroamericano se desplazaban hacia Estados Unidos. Era una forma de poner pie en el continente americano, en un lugar de muy difícil vigilancia, sin dejar rastro de llegada. Eso hacía sospechar a las autoridades estadunidenses que islamistas radicales de Oriente Medio pudieran estar utilizando esta táctica.

Pero las cosas empezaron a cambiar por la presión de la migración haitiana, a la que se le estaban cerrando otras puertas, y del empeoramiento de las condiciones en Cuba: situaciones desesperadas que llevaban a arriesgarlo todo atravesando la selva del Darién para alcanzar Estados Unidos. Si en 2018 el total de tránsitos de migrantes irregulares a través del Darién fue de 8.445, el 91% de los cuales procedía de Asia y de África, en 2019 el número ascendió a 23.968, de los que 10.510 correspondieron a haitianos y 3.276 a cubanos.

En 2020 las restricciones de movilidad ocasionadas por la emergencia sanitaria de Covid-19 hicieron disminuir las cifras, que bajaron a un total de 6.465, lo que supone una reducción del 73%. Sin embargo, los efectos de la pandemia agravaron las causas que empujaban a salir del propio país en busca de mejores condiciones de vida, lo que propició un aumento del flujo migratorio. Así, en 2021 el volumen de tránsitos a través del Darién se multiplicó por veinte, llegando a los 133.726, la mayoría de ellos de personas procedentes de las Antillas: 101.072 haitianos (82.952 llegados de Haití y el resto a través de Chile y Brasil) y 18.600 cubanos.

En 2022 continuó el marcado crecimiento, con un aumento del 90% y alcanzando un tránsito de 248.284 personas. Hubo una menor presión migratoria desde el Caribe, pero eso lo compensó con creces el éxodo venezolano: el año pasado, 150.327 venezolanos transitaron la selva del Darién, con familias enteras. La presencia de niños en un trayecto tan peligroso ha sido destacada por Unicef. En lo que va de 2023 el flujo sigue aumentando, esta vez con una nutrida presencia de ecuatorianos, cuyo país ha experimentado un fuerte aumento de la violencia y un deterioro de las condiciones económicas. El total para este año podría superar los 400.000 migrantes.

En esta apuesta por una ruta que antes los migrantes latinoamericanos descartaban absolutamente influyen las redes sociales, que trasmiten consejos sobre cómo superar la difícil prueba, aunque también difunden informaciones falsas presentado la travesía menos inhumana de lo que realmente es. El hashtag de Darién, por ejemplo, había sido visto casi 500.000 veces en TikTok hacia septiembre del año pasado.

Para cruzar el Tapón del Darién, los migrantes salen de Necoclí en Colombia. Ahí embarcan y cruzan el Golfo de Urabá hasta la localidad también colombiana de Acandía y entonces penetran en la selva hasta llegar a San Vicente en Darién, donde el gobierno de Panamá ofrece asistencia a los migrantes. También tienen estaciones de recepción migratoria temporales en ambas fronteras, donde se toman datos biométricos de los migrantes y se ofrecen servicios sanitarios y de alimentación. Después son transportados a otro centro cerca de la frontera de Costa Rica.

Presión migratoria

El alto flujo de migrantes que quieren llegar al norte presenta un problema de seguridad para toda la región, sobre todo para Panamá, hasta ahora ajeno a las grandes corrientes migratorias, precisamente porque el Darién era un tapón, y para Estados Unidos, país al que aspiran llegar todos esos migrantes. Panamá y los demás países latinoamericanos carecen de recursos suficientes para mitigar la crisis humanitaria y migratoria que están viviendo actualmente: todas las naciones centroamericanas se ven afectadas por esas rutas hacia EEUU, pero también las naciones sudamericanas sufren un incremento de este problema, con la llegada de migrantes venezolanos los últimos años (Colombia, en el acceso al paso del Darién, participa de ambas dinámicas).

Reducida la obstrucción que suponía el área del Darién para pasar por tierra de Sudamérica a Centroamérica, se rompe un dique que antes contenía a la migración sudamericana con mínimos recursos de intentar llegar a pie a Estados Unidos (también a la caribeña que se trasladaba a Sudamérica). La diáspora venezolana que no tenía dinero para pasajes de avión tuvo que concentrarse en los países vecinos, pero algunos de ellos han comenzado a exigirles visados, dificultando su estancia, lo que también incentivó su movimiento hacia el norte.

Como principal destino de los migrantes, las medidas que adopta Estados Unidos inciden directamente en los flujos migratorios. El descenso del número de haitianos en Darién en 2022 –aún a niveles altos, pero por debajo de los del año anterior–, se debió a que a finales del 2021 el gobierno estadounidense, viendo la presión haitiana que estaba sufriendo en su frontera, llevó a cabo una expulsión masiva de esos nacionales, lo cual desalentó a los migrantes de Haití a seguir esta ruta. Por su parte, los cubanos también retomaron sus intentos de entrar en Estados Unidos directamente por mar.

Uno de las vías adoptadas por Estados Unidos para aliviar la crisis migratoria fue la firma en junio de 2022 de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, que busca un mayor cooperación de los países del hemisferio occidental en esta materia. Pero fueron sobre todo las disposiciones de la Casa Blanca del pasado mes de octubre las que pueden tener mayor efecto, al reducir a 30.000 los permisos mensuales de entrada a Estados Unidos para migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua, que deben tener aprobada su solicitud antes de presentarse allí, y el aviso de que se expulsarán a todos los nacionales de esos países que intenten ingresar ilegalmente.

El anuncio fue primero aplicado a los venezolanos, pues eran quienes en ese momento masivamente estaban llegando a frontera sur de Estados Unidos, pero luego se extendió a los otros importantes grupos migratorios. México también se comprometió a tramitar un número similar de permisos de estancia para venezolanos, centroamericanos y caribeños que fueran expulsados de Estados Unidos.

Esos compromisos incluyen a ciudadanos nicaragüenses debido a que en 2021 y 2022 Nicaragua también sufrió un elevado éxodo por la intensificación la dictadura de Daniel Ortega, aunque esa migración no afecta al paso de Darién al originarse ya en Centroamérica.