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Relaciones internacionales con cómics y superhéroes

[Mariano Turzi, Cómo los superhéroes explican el mundo. Cine, cómics y política internacional (Madrid: Clave Intelectual, 2021) 132 páginas]

30 de junio, 2021

RESEÑAEduardo Villa Corta

Cómo los superhéroes explican el mundo. Cine, cómics y política internacional
Los superhéroes han sido para muchas personas a lo largo de los años una fuente de inspiración o incluso modelos que seguir (aunque difícilmente imitables). Mariano Turzi, profesor argentino de Relaciones Internacionales, usa la popularidad de esos personajes y sus historias para intentar acercar a una gran audiencia la compleja realidad del orden mundial y las interacciones que se establecen entre los distintos países. Los cómics y las películas de Superman o de Batman pueden servir para explicar a tantas personas familiarizadas con esas sagas una realidad que puede parecerles ajena o de difícil comprensión. Por medio de analogías, echando mano de los diferentes superhéroes, Turzi aborda los principales conceptos y actores de las relaciones internacionales, facilitando al gran público entender consideraciones que de otra forma pueden resultar demasiado académicas.

El libro se desarrolla en cuatro capítulos: el primero explica las teorías que el campo académico aplica a las relaciones internacionales; el segundo habla de la estructura mundial que organiza las relaciones entre los países; el tercer capítulo se enfoca en los llamados “temas globales”, y el último hace énfasis en algunos actores internacionales o regiones en específico. 

Para explicar las cuatro teorías dominantes de las relaciones internacionales – liberalismo, realismo, constructivismo y marxismo– el autor echa mano de diferentes superhéroes. El idealismo de los personajes de “Liga de la Justicia” sirve para entender los presupuestos de la teoría liberal, mientras que la oscuridad de Batman –la lucha por el poder y el control– permite captar mejor la interpretación realista del mundo. Como la teoría constructivista se basa en construcciones sociales, qué mejor manera de exponerla que utilizando a Harvey Dent, el villano de dos caras de los comics de Batman, que cambia de personalidad debido a una experiencia traumática. Y para argumentar la teoría marxista, Turzi recurre al “Superman soviético”, Red Son, personaje de corta vigencia que protagonizó algunas historias.

A la hora de hablar de la estructura del orden internacional, Turzi compara el concepto de hegemonía mundial con el dominio que a Superman le dan sus superpoderes. En el caso del proceso de digitalización que está conociendo el planeta, la referencia es Cyborg, un superhéroe que es mitad humano y mitad computadora. Por su parte, Flash, el “hombre más rápido del mundo”, puede ser considerado prototipo de la globalización, mientras que Spiderman es presentado como una alegoría de las organizaciones internacionales, las cuales conforman telarañas que unen en una misma red a multitud de países.

Temas muy presentes en las relaciones internacionales son hoy el cambio climático (aquí el autor recurre a Aquaman, que controla los océanos y se comunica con animales); la cuestión de los migrantes, los refugiados y la xenofobia (X-Men), el complejo militar-industrial (Iron Man) y la militarización del espacio (Linterna Verde)

Por último, analizadas ya las escuelas teóricas de las relaciones internacionales, así como los procesos y los fenómenos del orden mundial, el autor se ocupa de algunos actores individuales y de su interacción. En esta ocasión usa a personajes como Capitán América, Wonder Woman, Hulk o el Eternauta para captar mejor la esencia de actores como Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Latinoamérica, respectivamente. Un epílogo final aborda el impacto que el Covid-19 ha tenido en las relaciones internacionales, y lo ejemplifica con Bane, el enemigo de Batman, el único villano que le ha roto alguna vez física y mentalmente.

El libro tiene una redacción ágil y se lee con facilidad. En algunos casos, los superhéroes escogidos representan muy bien aquella parte de las relaciones internacionales que quiere explicarse. Otras veces, la analogía buscada no se adecúa del todo o parece algo forzada por la obligación de tener que aplicar un cómic a cada epígrafe de la lección, pero eso es algo inevitable en un proyecto como este. A la hora de valorar la obra pesa más la originalidad del planteamiento y el éxito que en gran medida consigue de acercar las consideraciones académicas sobre las relaciones internacionales al gran público.