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La Administración Trump avala completar en el teatro europeo el despliegue del sistema Aegis puesto en marcha por Obama

El principal despliegue de defensa en Europa lo constituye el Sistema de Defensa de Misiles Balísticos, una capacidad de la OTAN que se ha ido completando siguiendo el llamado Enfoque Adaptativo por Fases Europeo (EPAA). Puesto este en marcha durante la Administración Obama, la Administración Trump lo acaba de ratificar en su Missile Defense Review. El abandono del tratado de Armas Nucleares de Alcance Intermedio (INF Treaty), que ataba a Estados Unidos y Rusia, pone el sistema de defensa de misiles en la agenda de prioridades europea.

Lanzamiento del misil ESSM desde la fragata española Álvaro de Bazán

▲ Lanzamiento del misil ESSM desde la fragata española Álvaro de Bazán [Armada]

ARTÍCULOMartín Biera

En la era preindustrial las batallas se libraban en gran medida cara a cara, pero en la era tecnológica la línea de defensa puede situarse a gran distancia. Así, en Europa el principal despliegue de defensa lo constituye el Sistema de Defensa de Misiles Balísticos. Se trata de una capacidad de la OTAN que integra el sistema naval Aegis y el sistema terrestre Patriot, producidos por las empresas Lockeed Martin y Raytheon, respectivamente, y que pueden emplearse en un mismo escenario.

Su despliegue en Europa fue propuesto por la Administración Obama en 2009 en lo que se conoce como Enfoque Adaptativo por Fases Europeo (European Phased Adaptive Approach o EPAA). Este programa pretende desarrollar progresivamente capacidades antibalísticas que ayuden a la defensa de los aliados de la OTAN en el teatro europeo.

El documento Missile Defense Review, hecho público por el Pentágono en enero, reitera el compromiso estadounidense con el programa pautado. “Estados Unidos está comprometido con completar el despliegue del EPAA”, indica el texto.

Si en otros aspectos, la Administración Trump ha dado indicios de un cierto retraimiento de su despliegue militar en el mundo, en este punto mantiene su contribución tecnológica y operativa para que la OTAN pueda sostener en el teatro europeo su arquitectura de defensa de misiles. “Estados Unidos reforzará las capacidades regionales de defensa de misiles y las relaciones cooperativas con sus aliados y socios”, añade el documento. Reclama, no obstante, como ya ha hecho en relación a las contribuciones generales a la OTAN por parte de sus Estados miembro, “inversiones adicionales de los aliados en defensa de misiles, incluyendo desarrollo y producción conjuntos, para repartir mejor la carga de la defensa común”.

Implementación en fases

El EPAA se plantea en cuatro fases, de acuerdo con el Ministerio de Exteriores de Polonia y la administración del ex -Presidente Obama en la estrategia de implementar sistemas avanzados anti misiles balísticos en Europa.

La primera fase, implementada en 2011, incluyó el despliegue en el mar Mediterráneo de barcos equipados con el Sistema Antimisiles Balísticos (SAMB) Aegis y lanzaderas de misiles SM-3 IA capaces de interceptar misiles de corto y medio alcance (hasta 3.000 kilómetros). Con el sistema de combate Aegis está dotada la fragata Álvaro de Bazán (la Armada española es la única en Europa, además de la noruega, integrada en este sistema). También incluyó la instalación de un dispositivo de radar situado en Turquía, el AN/TPY-2, que funciona en la banda X (sección de microondas del espectro electromagnético, utilizada por satélites de comunicación).

La segunda fase se implementó en 2015. Cubre adicionalmente el despliegue en Rumanía de un sistema de lanzamiento de misiles tierra-aire tipo IB-SM-3 capaz de combatir misiles de corto y mediano alcance de más de 500 kilómetros de alcance efectivo, y el despliegue de los cuatro barcos con la capacidad Aegis AMB. Las capacidades de radar AN/TPY-2 fueron mejoradas con una red de sensores adicionales.

La tercera fase, en 2018, consistió en el despliegue en Polonia de un lanzador de misiles de tipo II-SMA basado en tierra capaz de combatir misiles de alcance intermedio (IRBM hasta 5.500 km). Las lanzaderas se sitúan en la base de Redzikowo.

La última fase tendrá lugar en 2020 que permitirá a los aliados de los Estados unidos mejorar los sistemas anti misiles contra proyectiles de medio y largo alcance e ICMBs, está fase se culminará con la implementación de sistemas SM-3 Block IIB que incluirá además un sistema de control y comando

Así, pues, el sistema SAMB Aegis incluye las capacidades desplegadas en las dos bases permanentes (en Polonia y Rumanía) y a bordo de cuatro barcos Aegis BMD (en el mar Mediterráneo, con base en Rota), así como un radar que opera en la banda X y una red de sensores, lo que permite defender al continente europeo frente a misiles de corto, medio y largo alcance.

Funcionamiento

Primero satélites de infrarrojos y de comunicación se encargan de la alerta temprana. Cuando un misil balístico es lanzado, es detectado por el satélite infrarrojo; la información que capta es enviada a un satélite de comunicaciones, que notifica a un cuartel de la OTAN, donde se analiza. En el caso de Europa esa información es enviada a la base de Ramstein en Alemania, donde se confirma si ese proyectil es una amenaza. Después, se comunica a todos los efectivos apropiados, tanto comandancias como sistemas de defensa.

Cuando en el trayecto ascendente del misil el motor termina de quemar el combustible, el satélite de infrarrojo ya no puede detectarlo, por lo que ahí se cuenta con la actuación de sensores de largo alcance, como el sistema AN/TPY-2 o el sistema naval Smart-L Radar que está localizado en Holanda. Esos sensores detectan y continúan analizando el misil para que pueda ser interceptado. El proceso también integra el sistema Aegis, que consta de radares AN/SPY-1 con capacidad de rastrear más de cien objetos. Juntos, estos sistemas realizan un análisis más detallado de rastreo y posibles consecuencias que pueda tener misil balístico.

Todos los sistemas, tanto en tierra como en mar y aire, tienen la capacidad de compartir y actualizar al momento la información. La clave de este sistema es la capacidad de destruir el misil fuera de la atmósfera, gran parte gracias al sistema Aegis, aunque también sistemas como el THAAD pueden proporcionar capacidades adicionales. El sistema Aegis ofrece cobertura a misiles que sobrepasaron la atmósfera; en el caso de que un proyectil vuelva a entrar en la atmósfera, entra en funcionamiento el sistema Patriot, que es usado por Francia, Alemania, España y otros países.

Sistema Patriot

Tras la decisión de Polonia de destinar a defensa un mayor porcentaje del PIB, se espera que este país aumente su capacidad militar. El pasado 28 de marzo Polonia firmó un acuerdo con Estados Unidos, valorado en 4.750 millones de dólares, para la compra del sistema de misiles Patriot. Su fabricante, Raytheon, se comprometió a construir en Polonia partes clave del sistema, creando “empleos nuevos de alta tecnología”, tal como requería la legislación polaca.

Polonia se unirá a otros quince países de Europa, el Pacífico y Oriente Medio que comparten y operan con este sistema Este acuerdo llega después de que Polonia firmara un acuerdo de diez años con Raytheon para facilitar la introducción de los misiles Patriot entre las capacidades defensivas del país. A mediados de 2018 Varsovia tuvo ciertas complicaciones en la adquisición de los Patriot, pues la oposición puso trabas para la aprobación de la compra. Finalmente, el gobierno polaco y Raytheon firmaron el proyecto en el valor acordado de 4.750 millones de euros

En noviembre de 2017 Rumanía y Suecia mostraron interés también por la compra de Patriots. En el caso de Oriente Medio, los países que principalmente utilizan este sistema son Israel y Qatar, si bien el Pentágono ha manifestado su deseo de retirar sus baterías de la región.

 

Esquema del Sistema de Defensa de Misiles Balísticos

Esquema del Sistema de Defensa de Misiles Balísticos [Ministerio de Defensa de Japón]

 

Alternativa rusa

La compra polaca de misiles Patriot fue criticada por Rusia. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova, condenó la “progresiva militarización” de ese país. Moscú ve esos movimientos de “militarización” como un elemento de desestabilización del aparato militar y político en Europa y una amenaza para Rusia.

El Kremlin criticó el despliegue de las baterías de sistemas de misiles Patriot como una violación del tratado de control de armamentos firmado en 1987 entre Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan. Este tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF Treaty) está a punto de ser abandonado por Estados Unidos por entender que Rusia lo ha estado vulnerando con algunos de sus desarrollos de misiles.

Ante la carrera por avances en la tecnología para los misiles tierra aire, la industria armamentística rusa desarrolló los S-400 Triumf, que la OTAN designa como SA-21 Growler. El sistema del S-400 es un sistema de defensa móvil, lo que ofrece una mayor versatilidad y potencia de fuego. Países como Arabia Saudí, Turquía o India han mostrado su interés de comprar este sistema a pesar de las sanciones de EEUU. Que grandes usuarios y clientes del armamento estadounidense se interesen por empresas de la competición plantea un problema para la industria militar norteamericana. El S-400 tiene capacidad de llegar a un techo de vuelo de 185 kilómetros y una distancia de alcance efectivo de 120, 250 y 400 kilómetros dependiendo del misil empleado. Para 2020 el Ejército ruso contará con una nueva generación de sistema de misiles, los S-500, una versión más avanzada y más potente que las actuales.

Disuasión

“La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario. 
La invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad, una cuestión de ataque. Mientras no hayas observado vulnerabilidades en el orden de batalla de los adversarios, oculta tu propia formación de ataque, y prepárate para ser invencible, con la finalidad de preservarte. Cuando los adversarios tienen órdenes de batalla vulnerables, es el momento de salir a atacarlos”. El arte de la guerra, Sun Tzu.

Los sistemas tanto de la OTAN como de Rusia tienen claramente una faceta disuasoria. Todo operativo militar tiene un papel relevante en el plano diplomático, político y de intereses. Tras la anexión rusa de Crimea y de las maniobras Vostok 2018 y Trident Juncture los sistemas de defensa antimisiles se muestran como el futuro de la seguridad europea e internacional. En los últimos años, en un contexto de militarización del espacio por parte de las potencias militares mundiales, se está llevando a cabo una actualización de los sistemas de misiles que no solamente permite llegar más lejos sino también ser más precisos. De acuerdo con la estrategia de defensa tanto europea como de la organización atlántica ha llevado a sus socios a tener mejores capacidades que sus competidores para velar por la seguridad de los Estados. En consecuencia, una progresiva pero efectiva modernización de los sistemas antimisiles.

En los últimos años, ante el avance y la modernización armamentística de Rusia y China, Estados Unidos ha visto la necesidad de desarrollar sistemas en el espacio capaces de derribar misiles, con cierto parecido al cancelado Pebbles Program. El programa Pebbles trataba de poner en órbita sistemas autónomos con capacidad para interceptar cualquier proyectil lanzado por los competidores de Estados Unidos. Estos sistemas otorgarían a Estados Unidos y sus aliados con una capacidad de contrarrestar casi cualquier tipo de proyectil concediendo una ventaja sin precedentes. El empleo de los sistemas antimisiles refuerza la unión entre Estados Unidos y sus aliados, de esta manera permite que la defensa sea más efectiva y la cooperación como una relación de necesidad.

Por otra parte, hay analistas que pueden ver esta escalada en la compra y utilización de sistemas AMB como una nueva guerra fría, al menos a menor escala, principalmente porque se da en Europa y en nuevas facetas como la económica, manifestada a través de la influencia que las empresas armamentísticas ejercen sobre los gobiernos nacionales.

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