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Portada de libro de Javier Gil Pérez ‘Geopolítica de Asia y el Indo-Pacífico’ (Madrid: Síntesis, 2020) 194 páginas
Asia y el Indo-Pacífico conforman una de las regiones más relevantes del mundo, de especial interés en el contexto de las relaciones internacionales actuales. Cada vez más académicos y analistas se sienten atraídos por la región emergente, especialmente en torno a casos de alta relevancia global como puede ser el ascenso chino en la jerarquía internacional. Aquí, Geopolítica de Asia y el Indo-Pacifico de Javier Gil Pérez sobresale por destacar y analizar los principales fenómenos geopolíticos de la región a través de una docena de capítulos dedicados a contextos nacionales específicos, tales como el despertar chino o la emergencia de India, y uno último, temático, enfocado en el impacto del Estado Islámico en el Sudeste Asiático.
A lo largo del libro, el autor consigue explorar vectores geopolíticos de alta relevancia, incluyendo el tradicional rol crucial de la geografía física, como es el caso de ríos, cordilleras y desiertos que unen y desunen la región; también aborda aspectos emergentes como el proyecto One Belt One Road chino y sus amplias rutas comerciales que unirán Eurasia, la crisis demográfica japonesa o los retos del aumento del nivel del agua en Bangladesh. El uso efectivo de mapas y gráficos explicativos en todo el libro ayuda a la comprensión de aspectos geopolíticos de la región; son especialmente útiles para los fenómenos relacionados con la geografía física y humana.
La obra recorre país a país, sin que, no obstante, quede diluido en ese contexto continental el gigante geográfico que viene a la mente inmediatamente cuando pensamos sobre la emergencia de Asia en el plano internacional: el Reino del Medio, China. El libro analiza las principales variables geopolíticas chinas tales como su amplia costa, su diversidad lingüística y su distribución poblacional, y dedica espacio a los procesos históricos necesarios para entender la China de hoy, incluyendo la transformación de la China imperial a la China comunista y las reformas de Deng Xiaoping. Asimismo, indaga en zonas adyacentes al corazón chino que se presentan como importantes problemas en su agenda, tales como la meseta del Tíbet, la región autónoma de Xinjiang y la principal herida que le dejó la guerra civil: Taiwán. El autor hace igualmente referencia a los esfuerzos chinos para ascender al poder global, incluyendo la construcción de islas artificiales en el mar del Sur de China o el previamente mencionado One Belt One Road.
El estilo y la estructura de ese primer capítulo dedicado a China –estudio inicial de los factores geográficos tradicionales, examinación del contexto histórico, evaluación de zonas de tensión si se encuentran y consideración final de fenómenos en desarrollo y pasos a seguir en el futuro– marcan la manera en la cual Gil Pérez analiza los contextos de los demás países incluidos. Así, indaga en la geopolítica de Japón, las Coreas, India, Indonesia, Kazajistán, Afganistán, Pakistán, Bangladesh, Tailandia y Myanmar. Australia se resalta como la única excepción a este modelo de análisis ya que su capítulo es más escueto, enfocándose particularmente en sus principales factores geográficos y la encrucijada en la que se encuentra por su dependencia exterior en asuntos tales como la garantía de sus vías marítimas.
Es importante recalcar que la obra de Gil Pérez no es un estudio específico del contexto geopolítico de algún país o de algún fenómeno en particular sino una vista general de la región. Por ende, puede resultar de real interés para aquellos que necesiten este contexto para posteriormente indagar con mayor profundidad en lo concerniente a un caso particular. Asimismo, aunque el contexto geopolítico de la región se entiende mejor cuando se analiza en su totalidad, los capítulos del libro son unidades que pueden entenderse y analizarse de forma individual. Por lo tanto, también sirve como un útil manual en lo concerniente a hacer observaciones puntuales si solo se tiene interés en alguno de los países estudiados.
Otro aspecto interesante de la labor que realizan Geopolítica de Asia y el Indo-Pacifico y otras obras similares es que desmienten que el continente sea algo unitario y monolítico. Los análisis profundos y efectivos de la región tienen que tomar en cuenta que la emergencia económica, social y política que vemos en algunos de sus países como China e India no reflejan la realidad de su conjunto. Aquí, los estudios por países permiten ver estos casos disímiles con mayor especificidad.
Leer, reseñar y compartir publicaciones como estas es necesario si queremos cultivar comunidades académicas y analíticas españolas que desarrollen investigación autóctona y relevante en lo concerniente a Asia y el Indo-Pacifico. Esto es de crucial importancia considerando la previamente mencionada emergencia de varios importantes actores de la región y en especial el inolvidable ascenso de China a nivel internacional. Sin embargo, el éxito de libros como Geopolítica de Asia y el Indo-Pacifico depende también de factores fuera de las manos de los analistas, incluyendo el compromiso de las editoriales de acoger este tipo de producciones y fomentar la calidad de las mismas como también la existencia de un público que activamente desee implicarse en estos debates y análisis.