El Barrio de la Concepción alberga gente de distintos orígenes, edades y clases sociales que no comparten ningún sentido de pertenencia a un conjunto comunitario. El problema con el que nos encontramos es la carencia de vida social de este barrio a falta de espacios públicos. Más allá de esto, se trata también del efecto de la globalización y las nuevas tecnologías en la manera en que vivimos.

Sobre esta necesidad de generar lugares donde la gente pueda desarrollarse de forma colaborativa y colectiva, y también donde cruzar y mezclar ideas de distintos orígenes, se diseña un edificio que une la docencia y la convivencia. Alcal+ Albergue es un albergue temporal y, a su vez, un centro comunitario que agrupa ciudadanos con el objetivo de promover una convivencia enriquecedora.

La modulación del edificio se basa en una red modular resultante de los flujos de circulación de las calles que atraviesan el solar, con el propósito de crear un lugar de intercambio que entrelaza estas circulaciones. Se concentra la comunicación vertical, la estructura portante, los espacios húmedos y las instalaciones en cuatro núcleos fijos, mientras que los recintos independientes se colocan en el perímetro. Todos los espacios del edificio siguen los mismos ejes, como un rompecabezas, haciendo un volumen coherente de un complejo conjunto.

La circulación de este edificio se realiza mediante los núcleos principales y los pasillos compartidos, ofreciendo una serie de posibles recorridos donde los usuarios se relacionan con el entorno mediante empalmes y conexiones visuales al exterior. La planta sótano da la bienvenida con espacios comunitarios, y las plantas superiores tratan de espacios de alojamiento temporal, que a su vez se utilizan para actividades culturales como galerías, exposiciones, y talleres docentes. Se agrupan todos los cuartos húmedos y comunicaciones en los núcleos, dejando el espacio resultante libre y neutro, donde se llevan a cabo las actividades mediante una serie de muebles plegables y móviles, adaptamos por los mismos usuarios en función de sus necesidades.  

Los patios resultantes en el interior y las esquinas son espacios exteriores semi-privados/semi-públicos que protegen el interior del ruido y caos del exterior, actuando como colchones que aíslan el ruido y filtros de luz hacia el interior. Además, los usuarios se relacionan a través de ellos y se proporcionan una privacidad propia al edificio. 

En cuanto a la materialidad del edificio, la intención fue reconstruir la fachada clásica de la zona de la Ciudad Lineal. Se reinventa la fachada tradicional mediante un sistema constructivo que parte de la colocación alternada de llenos y vacíos del ladrillo, creando una fachada afacetada de tramos semi-abiertos que funcionan como tamices de luz y resguardos de la intimidad de los habitantes. Regula la iluminación, la ventilación, el aislamiento acústico y la privacidad de los usuarios, que a su vez utiliza el mismo material que los edificios envolventes. 

El fin de todo esto es acercar a la gente y darles un sentido de pertenencia y crear sociedades con más oportunidades, expresividad, y reconectarnos a lo humano y lo auténtico. En un momento de reflexión en donde hemos llegado y donde queremos ir, se crea una arquitectura que no condiciona ni limita, sino una que se adapta a la evolución de la gente a lo largo del tiempo. Se cree que mientras los avances tecnológicos y sociales van cada vez más rápidos, la arquitectura puede acompañarnos también. 

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