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Casita del Árbol es un espacio de usos múltiples ubicado en una zona de alto valor ambiental a las afueras de la ciudad de Santa Fe, entre el paisaje característico del río Paraná.

La concepción material y espacial del proyecto surge de la síntesis de dos referencias clave. Por un lado, las Case Study Houses, como ejemplo de trabajo combinado entre industria y diseño; por otro, la reelaboración de la cultura constructiva de la pampa argentina y sus galpones, talleres, molinos y fábricas: estructuras metálicas simples con cubiertas a dos aguas que aúnan soluciones económicas, de bajo mantenimiento y de producción local que pueblan las zonas suburbanas y cuya belleza, riqueza espacial y peculiaridad tecnológica han sido ignoradas por la cultura arquitectónica académica. Esta pequeña casa cuenta con un espacio interior único y un pequeño ático en doble altura, al que se accede por una escalera y una terraza semitransparente de metal desplegado que crean la sensación de caminar en el aire entre los timbó (árbol típico de la zona). La planta baja sirve de espacio de actividades al aire libre. La planta está determinada por las dimensiones de los perfiles W utilizados para la estructura principal. La estructura portante presenta un doble carácter planteando, por un lado, una máxima eficiencia estructural que evita tensores costosos aporticamientos y, por otro, una serie de alusiones metafóricas al paisaje natural circundante. Las fachadas son estriadas, no solamente por el uso de chapa metálica, sino porque adquieren espesor y contienen vida. Se puede caminar, crecen las plantas, pueden recomponerse las huellas de la construcción. La tecnología se expresa, la vida se hace presente. Durante el día resaltan las enredaderas con flores nativas, que aparecen como suspendidas en el aire a través de tensores, mientras que el color negro invisibiliza la construcción en las horas nocturnas.