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José Zay Lorda: un ilustrado pamplonés en la diáspora del siglo XVIII


FotoProyecto fachada Ayuntamiento de Pamplona por José Zay Lorda, 1753. Foto Archivo Municipal de Pamplona/

El destino de los navarros que se dedicaron a las artes en el siglo XVIII fue fundamentalmente Madrid, desde quienes querían aprender, hasta los que quisieron completar su formación. La corte borbónica y más tarde la Real Academia de San Fernando actuaron de catalizadores para algunos, como el pintor Antonio González Ruiz (Corella), el escultor Silvestre de Soria (Sesma) o el grabador Bernardo Albístur (Donamaría). 

Especial y extraordinaria resulta la presencia en Bilbao del pamplonés don José Zay Lorda (c.1688-1779), un clérigo culto, músico destacado y maestro de capilla de Santiago de Bilbao y aficionado a la arquitectura. La documentación del ayuntamiento de la capital navarra le considera “natural de esta ciudad” a la vez que “persona de singular habilidad y rara idea para trazar edificios suntuosos”. Era hijo de un ensamblador de Burguete, llamado Martín, que trabajó en Bilbao, llegando a ser examinador de los de su oficio entre 1710 y 1712. Don José cantó misa en 1713 y en 1717 pedía al ayuntamiento de Bilbao que le emplease en su oficio de músico, sin éxito, lo que no supondría un descalabro pues poseía bienes y dos capellanías en Navarra. En 1730 pidió de nuevo, en este caso, la dirección de la capilla de música, que se le concedió. 

Compaginó sus tareas como músico y arquitecto. Entre sus actuaciones en Vizcaya destacan la dirección de las obras para la construcción de una barra en el puerto de Portugalete y del fuerte de Punta Galea, así como la traza de la Iglesia de Murguía. Intervino también como perito tasador de pintura y urbanismo. La lista de sus bienes incluía una rica biblioteca, con sobresalientes autores en diferentes materias y gran cantidad de instrumentos técnicos, con diversas máquinas, una figura con sus movimientos e incluso un aparato que servía para saber los pasos caminados a lo largo del día. Todo ello nos sitúa ante una de las personalidades más sobresaliente en todos los campos del saber del Siglo de las Luces en el País Vasco. Sus libros de arquitectura, geometría, perspectiva, emblemática, matemáticas, barnices, agricultura, física, medicina, artes liberales y mecánicas, magia, filosofía, joyería, viajes, ciencias aplicadas y especulativas, nos presentan, según Carmen Rodríguez Suso, a un hombre valiente que tomó la vía de la experimentación en la investigación en un contexto en donde la aplicación de los conocimientos científicos era considerada en gran manera como muestra de vanidad, cuando no herejía.

Su faceta como grabador no se ha puesto apenas de manifiesto. Es posible que se refieran a él Portús y Vega al tratar de los clérigos y frailes grabadores, con el nombre de J. Zaytordes, al que sitúan en Bilbao en 1741. Un grabado de la Virgen Blanca de Vitoria de 1721, realizado por el presbítero José Zaytorda o Zaitorda, que hemos conocido a través de Camino Urdiain, se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Álava. Su autor no puede ser otro que don José Zay Lorda. La transcripción del nombre ligeramente alterado, la hizo por primera vez en su monografía sobre la patrona de Vitoria Jesús de Izarra Retana, a través de una estampa no recortada que obraba en su poder.

Mañaricua y, más recientemente, Zorrozúa Santisteban publicaron el grabado del año 1761 de la Virgen de Begoña en su antiguo retablo diseñado por Pedro de la Torre, sin identificar a su autor que no es otro que don José Zaylorda, que firma con su primer apellido Zay, en una especie de monograma con las tres letras entrelazadas, con la fecha de 1761. Así lo pusimos de manifiesto en nuestra monografía sobre la estampa devocional en Navarra.

En esta estampa hace gala de excelentes recursos y buena técnica. Su afición por las calcografías se comprueba asimismo a través de algunos de sus bienes, entre los que se inventarían encontramos dos medios pliegos de papel –seguramente dibujos- con San Blas y la Trinidad y lo que es más interesante: “siete estampas con sus marcos negros y cristales hechas de manos de dicho señor Zay Ylorda, que son San Josef, San Antonio, Santa Bárbara, la Magdalena, Santa Rosa de Viterbo, la Concepción y San Luis Obispo de Tolosa”. Por tanto, estamos ante un grabador formado seguramente de modo autodidacta, al que hay que redescubrir. 

Proyecto fachada Ayuntamiento de Pamplona por José Zay Lorda, 1753. Foto Archivo Municipal de Pamplona

Dejando su faceta de grabador, hay que señalar que desde la capital navarra se le solicitaron pareceres en el momento de realizar obras tan importantes para la ciudad como el propio ayuntamiento o la del retablo de la Virgen del Camino, en la parroquia de San Saturnino. Para la fachada de la Casa Consistorial realizó un dibujo en 1753 que, como observa Molins, presenta dos soluciones a uno y otro lado del eje de simetría. Se eligió, en 1755, uno de ellos que juzgaron de “más gala y magnificencia” que el que se había contratado con Juan Miguel Goyeneta. En lo fundamental se siguió el plan, si bien el remate fue sustituido por una solución más clásica, según dibujo de Juan Lorenzo Catalán.

Para la elección del proyecto a seguir en el retablo de la Virgen del Camino en San Saturnino de Pamplona en 1767, hizo un informe en donde juzgaba los diseños presentados por otros tres maestros, realizando agudas observaciones acerca del modelo a seguir y la capacidad de los maestros para llevar a cabo la obra. Así, señala que había que tener cuidado con la elección en base sólo a los dibujos, pues “hay muchos que delinean con mucho acierto y en la ejecución bastardean”.

Grabado de la Virgen de Begoña por José Zay Lorda, 1761. Colección particular. Foto José Luis Larrión

Grabado de la Virgen Blanca de Vitoria por José Zay Lorda, 1721. Archivo Fotográfico. Cofradía de la Virgen Blanca

Para saber más

FERNÁNDEZ GRACIA, R., El retablo barroco en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2003
FERNÁNDEZ GRACIA, R., Imagen y mentalidad. Los siglos del Barroco y la estampa devocional en Navarra, Madrid, Fundación Ramón Areces, 2017
MAÑARICUA, A. E., Santa María de Begoña en la historia espiritual de Vizcaya, Bilbao, Editorial Vizcaina, 1950
MOLINS MUGUETA, J. L., “Proyecto para la fachada de la Casa Consistorial de Pamplona”, Juan de Goyeneche y el triunfo de los navarros en la Monarquía Hispánica del siglo XVIII, Pamplona, Fundación Caja Navarra, 2005, pp. 282-283
RODRÍGUEZ SUSO, C., “Sobre la formación de un grupo de músicos ilustrados en el País Vasco Bilbao (1725-1740)”, Revista de Musicología, 6 (1983), pp. 457-489
RODRÍGUEZ SUSO, C., El patronato municipal de la música en Bilbao durante en Antiguo Régimen”, Bidebarrieta. Anuario de Humanidades y Ciencias Sociales de Bilbao, 3 (1998), Symposium Bilbao: 700 años de memoria. Bilbao una ciudad musical. III, pp. 41-76
ZORROZUA SANTISTEBAN, J., El retablo barroco en Bizkaia, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia. Departamento de Cultura, 1998