El futuro de las empresas y las personas para el desarrollo profesional
Un encuentro entre Luis Huete y Bernardo Quinn en Stop and Think Leadership
DISEÑO ORGANIZATIVO Y ENTORNO / AMAIA CABEZÓN SÁDABA
Luis Huete y Bernardo Quinn protagonizaron la cuarta sesión del ciclo Stop &Think Leadership, organizado por la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra. Con Javier Arellano, Director del MDPO, como moderador, Huete y Quinn recorrieron en la sesión “Estrategias para gestionar el presente y mirar al futuro” la investigación conjunta en la que tratan de dar respuesta a cómo hay que salvar a las empresas para que continúen existiendo más allá del presente.
Luis Huete es profesor del IESE Business School desde 1982, y Bernardo Quinn es consultor independiente y Consejero no ejecutivo de Telefónica Argentina, Chile, Perú y Uruguay.Ambos han presentado diversos artículos y ponencias en común desde 1995. Pero lo que ellos destacan de su relación es que “no solo somos amigos, sino que nos une el pensamiento de que las empresas son las instituciones más eficientes para lograr progreso en la sociedad”.
Ante la pregunta de cuáles son los elementos diferenciadores de esta crisis que han hecho que el desarrollo profesional de muchas personascambie de forma tan abrupta, Bernardo Quinn respondió con siete claves, que considera las más importantes: “Globalidad, ha sido una crisis que ha impactado a todo el planeta; el aislamiento social impuesto, no hemos podido acercarnos a las personas ni siquiera para buscar soluciones; la incertidumbre de tener un enemigo invisible; la velocidad exponencial con la que se han sucedido los cambios; el exceso de información y la distorsión de noticias falsas; las respuestas psicológicas de las personas al incremento de la complejidad y el teletrabajo”.
Luis Huete añadió que “hay dos instituciones que se deben sacar adelante: las empresas y las familias”. En su opinión, si ambas mejoran como organización llevarán a que se produzca una mejora proporcional en la sociedad.
Arellano, que además de director académico del Máster Executive en Recursos Humanos y Digitalización, también dirige el Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones (MDPO), se interesó por la responsabilidad que recae sobre las personas y empresas. Huete respondió que tiene una visión holística de las empresas, que las reconoce como un ecosistema, en el que “cuando las partes son buenas, las relaciones mejoran”. Por lo que destacó el compromiso que deben mostrar las organizaciones con sus trabajadores para crear un entorno positivo.
Quinn añadió que las crisis “resaltan los comportamientos extremos de las personas”, y que, en este caso, como era de esperar, ha salido a la luz en mayor medida la parte negativa. Y en cuanto a responsabilidad, ha destacado que las empresas “no pueden hacer oídos sordos”, y deben favorecer y permitir que los trabajadores tomen sus decisiones y estén a salvo, aunque la gran parte de responsabilidad depende de la persona en sí misma, de cómo se comporta, qué cumple y en qué medida va en contra de protocolos y normativas establecidas.
El asunto de responsabilidades empresariales o colectivas e individuales, llevó a los profesionales a hablar de la formación, y la importancia que va a ir cobrando este recurso para que las personas avancen en su desarrollo profesional. Quinn declaró que le gustaría poner “más responsabilidad sobre la persona. La empresa pone los medios, pero la responsabilidad de cada uno es ocuparse del futuro de uno mismo”. A lo que Huete añadió que “si te vabien en la vida depende un veinte por ciento de tus conocimientos y un ochenta por ciento en tener una psicología sana, que te lleva a salir de tu zona de confort”. Y ambos, resaltaron que la formación en la que prácticamente todos los sectores tienen que invertir es en la digitalización, porque tras vivir una situación como la que ha propiciado la COVID-19, está claro que es necesaria y beneficiosa.
A raíz de su artículo, presentaron también siete aspectos útiles para salvar ahora a las empresas: “Conocer el punto de partida, gestionar la caja, revisar el modelo operativo, actuar sobre la plantilla para mejorar su productividad y hacer ajustes si fuera necesario, un plan de compromiso y comunicación, mejorar el proceso de toma de decisiones e incrementar la cohesión y complementariedad en el equipo”.
Ante las preguntas de los participantes en el webinar, presentaron cómo deben ser los líderes actuales. Quinn destacó dos características esenciales: “ser proactivos, esta crisis ha hecho que pensemos que nadie va a venir a resolvernos el problema, y por supuesto, generar confianza”. A lo que Luis Huete añadió “la capacidad de conectar cosas, para que le permita tener un programa más integrador. Es necesario también ser visionario, para adelantarse a los posibles escenarios”.