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Carrera entre las fuerzas armadas de las principales potencias para desarrollar e incorporar sistemas láser

Con el desarrollo de las armas láser el uso de misiles intercontinentales podrían dejar de tener sentido, ya que son estos pueden ser fácilmente interceptados y derribados, sin provocar daños colaterales. De esta manera, la amenaza nuclear deberá girar hacia otras posibilidades, y las armas láser muy probablemente se conviertan en el nuevo objeto de deseo de las fuerzas armadas.

Láser táctico de alta energía [US Army]

▲ Láser táctico de alta energía [US Army]

ARTÍCULO / Isabella León

Desde que, antes de la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno británico ofreció más de 76.000 dólares a quien fuera capaz de diseñar un arma de rayos que pudiera matar a una oveja a 100 metros, mucho ha avanzado la tecnología en este campo. En 1960 Theodore Maiman inventó el primer láser y eso aceleró la investigación para desarrollar rayos mortales capaces de destruir cualquier artefacto enviado por el enemigo y a la vez generar importantes daños en componentes eléctricos a través de un efecto secundario de radiación. Hoy se valoran los progresos en este materia como el mayor avance militar desde la bomba atómica.

Las armas láser se valoran debido a su velocidad, agilidad, precisión, rentabilidad y propiedades antibloqueo. Estas armas son, literalmente, un haz de luz que se mueve de manera coherente, por lo que pueden golpear objetivos a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, interceptar numerosos objetivos o el mismo objetivo muchas veces, llegar al objetivo con extrema precisión sin ocasionar daños colaterales y resistir a las interferencias electromagnéticas. También son mucho más baratas que las municiones convencionales, al costo de un dólar con cada disparo láser.

Sin embargo, las armas láser poseen algunas limitaciones: requieren una gran cantidad de potencia, un tamaño y peso adaptado a las plataformas militares y un manejo térmico efectivo. Además, su estructura depende de la composición de sus objetivos (las longitudes de onda se absorben o reflejan según las características de la superficie del material), de los diferentes rangos que deben alcanzar y de los distintos ambientes y efectos atmosféricos a las que serán sometidas. Estos aspectos afectan el comportamiento del arma.

No obstante, a pesar de estas limitaciones, las principales potencias han apostaron desde hace tiempo por el inmenso potencial de esta tecnología como un arma estratégica.

Estados Unidos

El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha trabajado extensamente para contribuir al desarrollo del sistema de armas láser en campos de protección específicos, como la Marina de los Estados Unidos, el Ejército y la Fuerza Aérea.

En el departamento de defensa naval, está particularmente implicado en este campo. La Marina ha desarrollado lo que se conoce como el Sistema de Armas Láser (LaWS, por sus siglas en inglés) que consta de un láser de estado sólido y fibra óptica que actúa como arma adjunta, y está vinculado a un sistema antimisiles de fuego rápido, como un arma defensiva y ofensiva para aeronaves. El LaWS tiene como objetivo derribar pequeños drones y dañar pequeños barcos a una milla de distancia aproximadamente.

Los desarrollos más recientes han sido otorgados a la compañía multinacional Lockheed Martin, con un contrato de 150 millones de dólares, para el avance de dos sistemas de armas láser de alta potencia, conocido como HELIOS, que será el sucesor de LaWS. Este es el primer sistema en mezclar un láser de alta energía con capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de largo alcance, y su objetivo es destruir y cegar a drones y pequeñas embarcaciones.

El Ejército también está experimentando con sistemas de armas láser para su instalación en vehículos blindados y helicópteros. En 2017, el Mando Estratégico de las Fuerzas Armadas (ARSTRAT) armó un Stryker con un láser de alta energía y desarrolló el Boeing HEL MD, su primer láser móvil de alta energía, con una plataforma contra misiles, artillería y mortero (C-RAM), que consta de un láser de estado sólido de 10kW. Simultáneamente, se han realizado investigaciones para llegar a los 50 kW y 100 kW de energía.

Por otro lado, la Fuerza Aérea desea conectar láseres a aviones de combate, aviones no tripulados y aviones de carga para atacar objetivos terrestres y aéreos. De hecho, el Ejército ha continuado con sus investigaciones para probar sus primeras armas láser aerotransportadas en el 2021. Uno de sus programas es un Gamma de 227 kg que arroja 13.3kW y cuya su estructura permite que muchos módulos láser se combinen y produzcan una luz de 100kW.

Asimismo, se ha le ha otorgado otro contrato a Lockheed Martin para que la empresa trabaje en una nueva torreta láser para aviones, en la que se implemente un haz que controle 360 grados para derribar los aviones enemigos y misiles que se encuentren arriba, debajo y detrás del avión. El sistema ha sido sometido a muchos exámenes y surgió en el proyecto SHiELD, cuyo objetivo es generar un arma láser de alta potencia para aviones tácticos de combate para 2021.

China

En los últimos años China ha implementado políticas de apertura que han puesto a la nación en contacto con el resto del mundo. El mismo proceso ha sido acompañado por una modernización de su equipo militar que se ha convertido en fuente de preocupación para sus rivales estratégicos. De hecho, han existido diversas confrontaciones diplomáticas al respecto. Con dicha modernización, China ha desarrollado un sistema de láser químico de cinco toneladas que se ubicará en la baja órbita terrestre para 2023.

China divide su sistema de armas láser en dos grupos: estratégicas y tácticas. Las primeras son de alta potencia, aéreas o terrestres que tienen como objetivo interceptar ICBM y los satélites a miles de kilómetros de distancia. Las segundas son de bajo poder, generalmente utilizadas para defensa aérea de corto alcance o defensa personal. Estos objetivos son vehículos aéreos no tripulados, misiles y aeronaves de vuelo lento y con rangos de efectividad entre pocos metros y 12 kilómetros de distancia.

Entre las innovaciones chinas más llamativas, se encuentra el Silent Hunter, un arma láser de 30 a 100kW basada en vehículos de 4 kilómetros de alcance, capaz de cortar acero de 5 mm de grosor a una distancia de un kilómetro. Este sistema fue utilizado por primera vez en la Cumbre del G20 de Hangzhou como medio de protección.

También destacan innovaciones como las armas láser individuales, que son pistolas láser que ciegan a los combatientes enemigos o sus dispositivos electro-ópticos. Dentro de esta categoría se encuentran los rifles láser deslumbrantes BBQ-905 y WJG-2002, y el arma láser cegadora PY132A y PY131A.

Otros países

Poco es conocido acerca del nivel que poseen las capacidades relacionas a la tecnología láser de Rusia. No obstante, en diciembre del año pasado, un representante del Ministerio de Defensa ruso, Krasnaya Zvezda, se refirió al sistema láser Peresvet, que forma parte del programa de modernización militar en curso del país. Los objetivos son muy claros, derribar misiles hostiles y aviones, y cegar el sistema del enemigo.

Es presumible que Rusia posee un extenso campo de investigación en esta materia, pues su política y comportamiento relacionado con las armas ha sido de constante competencia y rivalidad con Estados Unidos.

La apuesta de Alemania en relación a la tecnología láser es el demostrador de armas láser Rheinmetall, que consta con 50kW de energía y es sucesor de la última versión de 10 kW. Este sistema fue diseñado para operaciones de defensa aérea, guerra asimétrica y C-RAM. El láser Rheinmetall está compuesto por dos módulos láser montados en torretas de defensa aérea Oerlikon Revolver Gun. Este logró llegar a un destructivo láser de 50kW con la combinación de la tecnología de superposición del haz de Rheinmetall para enfocar un láser de 30kW y un láser de 20 kW en el mismo lugar.

El futuro de las armas láser

Cuando se habla de las armas láser, lo primero que se debe tener en cuenta es el tremendo impacto que tendrá esta tecnología en términos militares, que la hará determinante en el campo de batalla. De hecho, muchos otros países que cuentan con un ejército en constante modernización, han implementado este sistema: es el caso de Francia en las aeronaves Rafale F3-R; el Reino Unido con el láser de alta energía Dragonfire, o incluso Israel, que ante la creciente amenaza de misiles ha acelerado el desarrollo de esta tecnología.

Hoy en día muchos barcos, aviones y vehículos terrestres se están diseñando y ensamblando de manera tal que puedan acoger la instalación de armas láser. Se están realizando mejoras continuas para crear mayores rangos de alcance, aumentar la energía, y realizar haces de adaptación. Puede afirmarse, así, que el momento de las armas láser finalmente ha llegado.

Con el desarrollo de esta tecnología, equipos militares como los misiles ICBM o los VANT (aparatos no tripulados), principalmente, podrían dejar de tener sentido, ya que las armas láser son capaces de interceptar y derribar esos misiles, sin provocar daños colaterales. Al final, lanzar el ICBM sería una pérdida de energía, munición y dinero. De esta manera, la amenaza nuclear deberá girar hacia otras posibilidades, y las armas láser muy probablemente sean el nuevo énfasis de las fuerzas armadas.

Adicionalmente, es importante resaltar el hecho de que esta innovación militar conduce la seguridad internacional hacia la defensa, más que hacia acciones ofensivas. Por esta razón, las armas láser no anularían las tenciones de la esfera internacional, pero sí podrían llegar a disminuir de alguna manera las posibilidades de un enfrentamiento militar.

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