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Ricardo Fernández Gracia

Imagen y Mentalidad. Los siglos del Barroco y la estampa devocional en Navarra

Madrid, Fundación Ramón Areces, 2017, 339 p.

Versión digital

Imagen y Mentalidad. Los siglos del Barroco y la estampa devocional en Navarra

 

IMAGEN Y MENTALIDAD.
EL GRABADO DEVOCIONAL EN NAVARRA

María Concepción García Gainza

El grabado en papel de siglos pasados, y más aún si se trata de un grabado devocional, parece estar muy alejado de los intereses culturales de nuestra sociedad de hoy. Es preciso reconocer que, salvo un grupo de iniciados, el grabado resulta para la mayoría poco atractivo por su aparente falta de color si lo comparamos con la pintura, y sobre todo porque su lectura se hace impenetrable. Parece evidente que el desarrollo del arte contemporáneo y la imposición en todos los campos de las técnicas gráficas han ayudado a la aproximación de la sensibilidad de la gente al campo del grabado. A este acercamiento resulta seguro que contribuirá en gran medida la lectura de este libro: Imagen y Mentalidad. Los siglos del Barroco y la estampa devocional en Navarra. El lector que se adentre en él, encontrará un mundo fascinante de gran profundidad entretejido de imágenes e ideas que aparece reconstruido de manera casi mágica.

El libro es fruto de una pasión personal, la de su autor, el profesor Fernández Gracia, nacida casi en la niñez en aquella excursión iniciática a Veruela en la que, como él escribe, compró su primer grabado a cambio de su merienda, y seguida después en los cursos universitarios sobre el Grabado con salida al taller del gran grabador Antonio Eslava en la recoleta plaza de San José. En la visita mostraba de manera práctica una sesión de estampación acompañada de palabras entusiastas y poéticas. El impulso definitivo para su incipiente interés lo recibirá de José Javier Uranga, coleccionista y conocedor del grabado devocional navarro, y de Jesús Arraiza, pioneros en la valoración de estos grabados que por entonces se quemaban en el fuego o se arrumbaban en arcas y rincones.

Y de ahí, a lo largo de más de dos décadas, Ricardo Fernández Gracia ha hecho una investigación en la que, con olfato afinado de buscador y siempre con pasión, ha perseguido “los papeles viejos” de una manera total, diríamos hoy, al visitar santuarios, grandes y pequeños, conventos, hermandades, hasta la última cofradía de pueblo, y revisado archivos, generales y locales, libros de cuentas, novenas, indulgencias, hasta conseguir una ingente documentación que ha puesto en pie en este libro. La reunión de 130 grabados, algunos estampados en Calcografía Nacional, y el rescate de bastantes planchas que se han restaurado en gran parte, han sido también el resultado de esta búsqueda. Pero este libro no solo trata de imágenes, sino también de ideas que el autor va mostrando a la par entretejidas unas con las otras.

Si se tiene en cuenta la difusión que lograron estos grabados, dado su carácter múltiple inherente a esa técnica y su escaso precio, puede dar una idea del horizonte espacial de este libro y su extensión temporal a los siglos modernos. Los apartados que estructuran el libro van desarrollando los principales temas planteados por el autor. Interesante es el que trata sobre los promotores que patrocinan la impresión de las estampas; desde los santuarios, cofradías, congregaciones, o ayuntamientos cuando se trata de imágenes de patronato. A veces se hace “a devoción de un devoto”. El libro informa de cuestiones técnico-artísticas, como dibujos preparatorios, planchas y soportes, sobre los impresores, cuestión importante que corría a cuenta en bastantes casos de plateros de Pamplona que dominaban por oficio el dibujo y el manejo del buril –los Beramendi, Iturralde, de la Cruz–, pero también de otros centros como Zaragoza, con excelentes maestros como Carlos Casanova que hizo el grabado de San Gregorio Ostiense, o Madrid, con el grabado de la Virgen de Roncesvalles del grabador Juan Francisco Leonardo, hecho a devoción de Juan de Goyeneche, o el de la Virgen de Musquilda de Ochagavía, Remedios de Sesma de fray Matías de Irala, del Villar de Corella, o santos como San Fermín de la Real Congregación de San Fermín de los Navarros de Madrid también de fray Matías de Irala y Palomino, al igual que San Raimundo de Fitero, fundador de la Orden de Calatrava. También en Roma se encargaron grabados importantes como el de la Virgen del Sagrario de la catedral de Pamplona, obra de Carlo Grandi. Estampas, sucesivas estampaciones, distintos grabadores, diferentes tiempos y modas. Todo queda documentado,  interpretado y valorado.

Se trata en todo caso de grabados de devoción privada cuyas imágenes, que reproducían la imagen titular, se adquirían o regalaban en romerías o visitas, y que luego se acomodaban en el rincón doméstico del dormitorio o cocina, a quienes se pedía para que intercedieran como verdadero “talismán” en enfermedades o desgracias colectivas. Se estamparon en elevado número, a veces por miles como el de San Gregorio Ostiense, para difundirlos en los viajes de la reliquia por Andalucía contra la plaga de langosta. Otras veces se regalaba a los benefactores y llegaban hasta los indianos en Hispanoamérica.

Parte fundamental es el Catálogo que recoge ordenadamente por iconografía cada uno de los grabados, imágenes y estudios, de todas las Vírgenes de Navarra, desde las de grandes santuarios –Ujué, Roncesvalles, Puy de Estella– hasta las comarcales o locales como Luquin, Soto de Caparroso, Zuberoa, Virgen Blanca de Jaurrieta y otras de Pamplona como las Vírgenes del Sagrario, Camino y Maravillas, etc. Todo un repertorio que se identifica porque el grabado, lejos de ser hermético, lo dice todo: titular “verdadero retrato”, lugar, año, quién lo promovió, y además distingue entre el autor del dibujo y quien lo grabó. Esto es válido también para los grabados de los grandes santos como San Fermín, San Francisco Javier, San Miguel de Excelsis, Santa Ana de Tudela o San Sebastián de Tafalla, como ejemplo. Se trata además en el libro de la difusión de los grabados como ilustración de libros impresos.

Se comprueba así que el concepto de patrimonio está en permanente construcción y puede ser ampliado con nuevas incorporaciones de sectores muy expresivos del arte cotidiano y popular. El conjunto de estampas devocionales estudiadas, como todos bienes culturales, condensan valores históricos, técnicos, formales, iconográficos y de uso y función.

Contexto social e imágenes, devociones y modos de vida aparecen recogidos en este libro de cuidada edición y calidad en la reproducción de los grabados, siempre comprometida, debida a la Fundación Ramón Areces. Resulta al menos sorprendente que un libro como éste, que casi no se echaba en falta en la ya nutrida bibliografía sobre Navarra, se pueda convertir ahora en pieza clave para acceder al mundo en el que vivieron nuestros antepasados, a primera vista impenetrable a la mirada de nuestro tiempo, y acercarnos gracias al grabado de devoción, arte popular donde los haya, al mundo de las mentalidades, ideas y devociones.

Diario de Navarra, 13 de diciembre de 2017, pp. 56-57

 

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