​​​​​​Carmen Cortés regresa con su compañía al Museo Universidad de Navarra el próximo 6 de mayo, a las 19:30 horas, para presentar ¡Gira, corazón! Bailando con Lorca en la Edad de Plata. El espectáculo, de raíz flamenca y nuevos lenguajes, sube al escenario a más de una docena de bailarines y bailaores, y ocho músicos en directo, para acercarse al alma y las palabras de Federico García Lorca a través de la danza. La dirección escénica es de José Ramón Fernández y Carmen Cortés y la musical de Gerardo Núñez. Las entradas cuestan 30 y 32 euros.

La propuesta, explica Carmen Cortés, surge durante la pandemia, momento en el que encontró “mucho tiempo para pensar y crear. Vi la necesidad de subir al escenario, de parte de los flamencos, la grandeza y nobleza de Lorca, así como la de su comadre La Argentinita y su compadre Ignacio Sánchez Mejías, amantes del buen flamenco, nacido de la tierra, y de la cultura.”

Así, en esta propuesta hay un intenso diálogo entre el lenguaje de la danza y el universo lorquiano: “La danza es una expresión sin límites de la respiración del alma. Todo lo que leemos o estudiamos pasa por nuestro interior creándonos alegría, incertidumbre, tristeza. Todas las emociones se pueden transmitir con la danza”.

VANGUARDIA Y MODERNIDAD

La artista, que ha explorado en anteriores trabajos la obra y figura del poeta granadino, destaca que fue una persona que “conocía bien al ser humano y nos concede el honor de conocernos a través de él. Lorca es vanguardista, moderno, y no pasa el tiempo en sus declaraciones y poemas. Es totalmente actual”.

En este sentido, recuerda las palabras de José Ramón Fernández, responsable junto a Cortés de la dramaturgia y la dirección escénica de este espectáculo, para resaltar el carácter polifacético de su figura: “Hay un Lorca popular y un Lorca imposible, pero son el mismo. Hay un Lorca de raíz gitana y un Lorca de Nueva York, pero son el mismo. Hay un Lorca que fue la alegría de cualquier lugar en el que entraba, la risa, la música; y hay un Lorca trágico, transido de una melancolía oscura, de una herida mortal. Pero son el mismo”,

Para este espectáculo, cuenta que han rescatado la danza flamenca y los cantes y el toque que La Argentinita y Carmen Amaya representaban. “Ha sido un trabajo ‘duro’ pero satisfactorio. En estos tiempos de tanta prisa, echar la mirada atrás nos ha rejuvenecido, sobre todo en el disfrute del arte”. Así, afronta su regreso al MUN “con muchas ganas”: “Tanto José Manuel Garrido como Teresa Lasheras, me han hecho sentirme siempre en mi casa. El Museo ha apoyado en todo momento este proyecto con su confianza”.