20010202_Un experto en microbiología considera desmesurada la alarma social por el mal de las 'vacas locas'

"La alarma social en España por el mal de las vacas locas es desmesurada; en Inglaterra se han registrado más de 180.000 casos, que sí constituyen una verdadera epidemia, pero hasta el momento en España se han detectado pocos casos. No estamos ante una epidemia. Además comemos ternera joven y la enfermedad se desarrolla en animales adultos". Ignacio López Goñi, profesor de Microbiología y Virología de la Universidad de Navarra, ha querido dejar claro que la preocupación de los ciudadanos por esta enfermedad es excesiva.

"Hay unos materiales de riesgo muy bien definidos por los expertos de la UE -en su opinión-, que afectan en su mayoría al sistema nervioso, porque es ahí donde se acumula más del 90% de los priones, las proteínas que tras sufrir una transformación producen, al parecer, la enfermedad: el cerebro (los sesos), la médula espinal, donde se encuentra el polémico espinazo, los ojos, las amígdalas y una parte del intestino".

Según Ignacio López, "por un exceso de celo, la UE ha ordenado destruir esos materiales de riesgo potencial, incluso de los animales sanos. Cumplir esa normativa puede ser un problema político, económico o técnico, pero no hay base ninguna para pensar que esos materiales están ya apestados o deben tratarse como restos de animales infectados".

"Razones económicas" y "picaresca de algunos países"

El profesor de la Universidad de Navarra asegura que "se está tratando a la ternera como si tuviera la peste, y el público en general puede tener la sensación de que estamos ante una epidemia monstruosa. Y no es así. No tiene ningún sentido ni hay base científica alguna para dudar de si se le deben dar al torero las preciadas orejas y el rabo después de su faena, o si puede ser peligroso llevar zapatos de piel de 'vaca loca', como se ha publicado recientemente".

El experto atribuye a "razones económicas" y a la "picaresca de algunos países" gran parte de la responsabilidad en el problema. "Las vacas son animales herbívoros que se alimentaban con proteínas vegetales. Conociendo esto, algunos países optaron por alimentarlas con harinas cárnicas, porque engordaban antes y se podían comercializar más baratas".

Proteínas "infecciosas" que transforman el cerebro en una esponja

Respecto a la causa científica que produce la enfermedad, Ignacio López Goñi reconoce que "no nos enfrentamos a lo que podíamos denominar una infección. Las infecciones se producen por los parásitos, los virus o las bacterias. La hipótesis más aceptada, aunque no la única, es que este tipo de encefalopatías está causado por los priones: proteínas "infecciosas". Según esta hipótesis, en nuestro organismo existen proteínas prión normales en las células del sistema nervioso cuya función específica parece estar relacionada con la sinapsis neuronal (conexión entre las neuronas)".

"La proteína prión "infecciosa", lo que podemos llamar el prión malo, es capaz de cambiar la configuración de la proteína normal", comenta. "Estas formas infecciosas son resistentes a la degradación dentro del organismo porque las proteínas normales se van reciclando cumpliendo un ciclo vital; las formas infecciosas son resistentes a ese reciclaje interno y se van acumulando, y esa acumulación es lo que va lesionando y transformando el cerebro como si fuera una esponja".

Ignacio López Goñi asegura que "la gran incógnita para la comunidad científica es descubrir cómo se produce la transformación y la aparición de los priones infecciosos si no hay ácidos nucleicos implicados, que son los que llevan la información genética. Hay científicos que creen que esto no es tan sencillo y proponen otras teorías acerca de las causas, de tal manera que es un tema que hay que estudiar mucho más desde el punto de vista científico, aunque ahora las puertas están abiertas para una investigación más exhaustiva".