Resumen:
Las reliquias, que a primera vista son pequeños recuerdos materiales o físicos de un personaje santo, despertaron en el Occidente medieval unos sentimientos religiosos sustentados sobre unas creencias colectivas. Al mismo tiempo, esa fe y piedad impulsaron también un deseo y afán por poseerlas, acumularlas y custodiarlas en los principales centros religiosos del momento. En esta ocasión se presentarán los casos más sobresalientes del reino de Navarra en los siglos medievales.