Resumen:
Este artículo analiza las transformaciones del concepto de carisma desde su uso original por Pablo en el siglo I hasta sus últimas derivaciones postweberianas en el siglo XXI. Defiende la conveniencia de recuperar el concepto originario paulino, para aplicarlo a las realidades históricas, concretamente las referidas a la Europa medieval. Su objetivo es devolver el debate sobre el carisma a las disciplinas históricas y teológicas, más allá de la orientación presentista de las ciencias sociales. En concreto, destaco la distorsión que supone ignorar el origen teológico y espiritual de toda la discusión sobre el carisma, y del propio concepto, para evitar una descontextualización que conduciría a la alienación anticuaria o el solipsismo presentista.