Resumen: Las negociaciones con la nueva Administración Kennedy para renovar en 1963 los Convenios con los Estados Unidos, enfrentaron dos visiones distantes: España creía que había llegado el momento de reducir las ventajas que recibía Estados Unidos; éstos, por su parte, no querían modificar un ápice de un acuerdo que les era muy favorable. En el primer año de negociación, España usó las bases militares como la principal baza. Una vez que Estados Unidos reiteró su negativa a cambiar nada, España no tuvo más remedio que reducir sus pretensiones y apelar al pragmatismo.