Resumen: La metodología del aprendizaje-servicio, como filosofía, se fundamenta en la convicción de que los ciudadanos tienen la responsabilidad de contribuir al bien común y al desarrollo de la sociedad y que, por lo tanto, la educación está unida necesariamente a la responsabilidad social (Naval, 2008).
Los fundamentos pedagógicos, sociales y éticos que caracterizan el aprendizaje-servicio, hacen de este método pedagógico un adecuado espacio de aprendizaje para el logro de competencias académicas y sociales también en los estudiantes universitarios (Martínez, 2010). A la vez constituye un medio adecuado para involucrarles en actividades solidarias que favorecen el incremento de una sensibilidad que los impulsa a colaborar en la satisfacción de las necesidades identificadas en su entorno. Es decir a implicarse y comprometerse más con la comunidad y al ejercicio de la responsabilidad ética, que desde su futura profesión tendrán que ejercer.