Resumen:
En este artículo se defiende que algunos de los actuales y más extendidos fenómenos de autoengaño están causados por tres
procesos culturales que pueden ser adscritos de manera hegemónica a la tardomodernidad: la tecnificación de la racionalidad,
la tecnificación de la afectividad y la tecnificación de la voluntad humana. Estos procesos, generalmente encadenados, generan
pares de sentimientos antagónicos que el individuo trata de resolver mediante la ocultación consciente de uno de ellos. Los principales
sentimientos antitéticos aquí analizados son los siguientes: el placer de saber versus el placer de emancipación intelectual;
el placer de atender los dictados del corazón versus el placer de dominar los afectos; el placer de pertenencia a una comunidad
versus el placer de la singularidad; y por último, el placer de la libertad versus el placer de vivir sin responsabilidades.