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Bernardo Quinn: “Lo único a lo que tenemos que contribuir en recursos humanos es a que el negocio vaya bien”    

Por: Aitana Mendicute , Jeanne Vorger , Andrea Pinilla y Elisa Palau.

Bernardo Quinn, Ingeniero Industrial del Instituto Tecnológico de Buenos Aires y MBA en Harvard, actualmente profesor de grandes universidades del mundo fue durante casi nueve años director de Recursos Humanos en Telefónica. El pasado mes de noviembre participó en las sesiones de: “Mi experiencia dirigiendo personas”, donde compartió sus aprendizajes con los alumnos del Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones.

El ejecutivo aseguró que su larga trayectoria en Telefónica estuvo mediada por distintos retos y oportunidades, entre las principales fue pasar de dirigir un área de estrategia corporativa a ser la cabeza del departamento de personas. Un cambio impulsado principalmente por el trabajo exitoso que asumía gestionando personas en los distintos países donde Telefónica tenía presencia.

La ponencia llevada a cabo en la sede de Madrid de la Universidad de Navarra se concentró en tres aprendizajes principales: el reto de manejar un área de la que todos en las empresas tienen una opinión, el eje de los RR.HH. como un impulsor del negocio y la necesidad de ver en los cambios oportunidades para el negocio.

El primer aprendizaje, como afirma Quinn, es la necesidad de cambiar la perspectiva de que, “todos en la empresa tienen una voz cuando se trata de Recursos Humanos”. Para lograrlo, se debe asumir el reto de gestionar el cambio dentro del departamento y orientar las propuestas en línea con lo que exige el negocio.

El segundo reto que compartió Quinn con los alumnos se derivó de la famosa afirmación de Dave Ulrich: ¿Qué es lo más importante que Recursos Humanos puede darle a su propia organización? A lo que responde: Lo único a lo que tenemos que contribuir en recursos humanos es a que el negocio vaya bien. Reafirmando la idea anterior de que RR.HH. debe alinearse con el negocio y coordinarse para dirigirse a un objetivo común, porque en el caso contrario va a quedar aislado del negocio.

 

Por último, explicó que, el cambio es uno de los retos más importantes de las áreas de personas y de las compañías en general: “el ritmo de cambio nunca va a ser tan lento como hasta ahora”. Los cambios son exponenciales, lo cual implica que las personas deban ajustarse a ello, porque no hacerlo va a tener un impacto en todos los niveles del negocio. Un claro ejemplo es la digitalización en las organizaciones, generando cada vez que más personas aprendan a un ritmo acelerado. Tal y como destacó Quinn, vivimos, no en una época de cambio, sino en un cambio de época.

Tomando el ejemplo de su experiencia en Telefónica, afirmó que cuando trabajaba allí hubo una época en la que a la empresa se le dificultaba asumir una actitud de cambio en su estrategia y políticas. Para hacer frente a esto, Quinn se implicó en la sensación de urgencia de la que la empresa carecía y se enfocó en demostrar, a través del negocio, la importancia de los cambios Utilizó el departamento de Recursos Humanos como un motor para la transformación.

Una de las iniciativas que desarrolló en Telefónica el conferencista y que resume los tres aprendizajes fue crear la Universidad Corporativa de Telefónica, como palanca de cambio. Esta tuvo un exitoso acogimiento por parte de los integrantes de la empresa, y se ha considerado como una institución vanguardista y pionera. Actualmente es descrita por la empresa como el corazón del nuevo ecosistema de innovación en aprendizaje”.

El ejecutivo fue capaz de ver la oportunidad del futuro del negocio en términos de digitalización y promover un espacio tecnológico y creativo donde todos los integrantes de la compañía tuvieran una formación adicional con el fin de poder aprender, reinventarse, desarrollar habilidades humanas, digitales y en especial estar alineados con el futuro rentable del negocio.

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