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 “Reskilling en formación para adultos: como la pandemia aceleró la creación de un servicio de Enseñanza remota de emergencia”

Desde el punto de vista teórico, España fue el país más prolífico en publicaciones sobre la competencia digital de los futuros docentes entre 2014 y 2017 (Rodríguez-García, Trujillo Torres, & Sánchez, 2019), pero la pandemia nos mostró que del dicho al hecho….

DISEÑO ORGANIZATIVO Y ENTORNO/ María Beunza y Pepa Sánchez de Miguel

La denominada enseñanza remota de emergencia (ERDE) o ERT por sus siglas en inglés, se ha utilizado en tiempos de conflictos armados y dificultades severas. Con ocasión de la pandemia del COVID 19, ha permitido realizar programas de formación en competencias digitales para la docencia al profesorado, para evitar un parón en la formación profesional para el empleo (FPE).

Con la pandemia, se inició un proyecto de “Reskilling”, con más de 120 formadores y expertos de Formación Profesional para el Empleo (FPE), que nos demuestra que es posible dotar de competencias digitales al profesorado, y en consecuencia a sus alumnos, utilizando: herramientas digitales gratuitas, la metodología de Project Based Learning (PBL en inglés y ABP en castellano), el aprendizaje entre pares y, el seguimiento y apoyo personal en tutorías individuales en línea. En un periodo no superior a dos semanas, el profesorado puede adquirir las competencias digitales necesarias para formar, en remoto y virtual, a grupos de alumnos con diferentes trayectorias y puntos de partida, en muy diversos ámbitos de conocimiento.

Las competencias digitales básicas se adquieren con relativa facilidad y de forma rápida, mediante la práctica guiada para llevar a cabo proyectos específicos en los que aplicarlas.

Metodología aplicada

En lo relativo a la metodología empleada, si bien el profesorado que ha sido formado en el proyecto se integra mayoritariamente en un colectivo dedicado a la FPE, esta experiencia demuestra:

  1. La factibilidad de dotar con celeridad de competencias digitales al profesorado de cualquier edad y nivel de competencia digital básico, utilizando recursos accesibles y gratuitos.
  2. La utilidad de las herramientas digitales, desarrolladas generalmente para la educación reglada (García-Peñalvo, 2020), en la FPE.
  3. La posibilidad de establecer vías formativas (Meinecke, 2020), que complementen la formación presencial o mitiguen su ausencia, ante los cambios sociales que vivimos.

Si se considerase demostrado lo anterior por este proyecto de reskilling, la denominada “brecha digital” podría venir determinada por:

  • La competencia digital de los docentes (Pérez, 2019),
  • El acceso del profesorado y el alumnado a los medios técnicos básicos (Wifi, electricidad y dispositivos como PC, Tablet o teléfono) para poder recibir formación con metodologías activas y un acompañamiento personalizado para alcanzar retos de aplicación.
  • La celeridad de la administración educativa para adoptar cambios en la formación del profesorado.

Caso de la Universidad de Navarra

A partir del mes de marzo de 2019 la Universidad de Navarra impartió 51 sesiones online para la capacitación digital de su profesorado con unos 1437 participantes. Toda esta formación fue llevada a cabo por el Servicio de Calidad e Innovación, responsable de la formación docente del profesorado.  

Durante esos meses, las sesiones estuvieron dirigidas a dos objetivos muy concretos: 

  1. Finalizar la docencia del cuatrimestre. Para ello fue necesaria la capacitación digital del profesorado en herramientas como Meet, Zoom, Panopto y el aula virtual de la universidad (Blackboard).  Se realizaron unas 30 sesiones concentradas en dos semanas (11 al 25 de marzo) con una duración media de 45 min.
  2. Realizar los exámenes ordinarios y extraordinarios. Se realizaron 9 sesiones del 1 al 9 de abril con una duración media de 2h.

Además de esta formación, fue necesario establecer medios de tutorización del profesorado y fue fundamental la coordinación permanente con servicios informáticos (IT Services) y el personal de administración y servicios relacionados con la docencia (secretarias, coordinadores de estudios y de curso, comisiones de docencia, etc) así como el establecimiento de directrices del Rectorado.

Una vez finalizado el periodo de exámenes ordinario (mayo) y estando en marcha la convocatoria ordinaria (junio), se realizó un curso de dos semanas, online, denominado “Redefinir la docencia presencial”. Su objetivo fue ayudar al profesorado a diseñar asignaturas flexibles que pudieran adaptarse a diferentes escenarios (100% onlines, 50% presencial) durante el curso 20-21. Para ello no sólo fue necesario seguir formando en herramientas y metodologías docentes más participativas sino también fomentar lugares de encuentro donde compartir experiencias y prácticas docentes llevadas a cabo durante esos meses.

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